La voz de los '80

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La voz de los '80 es el primer álbum de estudio de la banda chilena Los Prisioneros, lanzado de manera independiente bajo el sello Fusion, el 13 de diciembre de 1984. Producido por el líder, vocalista y compositor de las canciones, Jorge González, lo acreditó a nombre de la banda.​ Se editaron mil copias en formato casete en su lanzamiento, y hoy en día estos casetes son considerados objetos de culto del rock de Chile.​ En 1985, Los Prisioneros firmaron un contrato con EMI Odeón Chilena, quienes relanzaron La voz de los '80 a nivel nacional y con proyección latinoamericana ese año, logrando vender en Chile alrededor de 100 000 copias.

La voz de los '80
Álbum de estudio de Los Prisioneros
Publicación 13 de diciembre de 1984
Grabación Marzo-diciembre de 1984
Género(s)
Formato CD · Casete · LP · Descarga digital
Duración 40:22
Discográfica Sello Fusion, EMI Music
7 94888 2
Capitol
H2H 42365
Productor(es) Los Prisioneros
Certificación Bandera de Chile 120.000
Cronología de Los Prisioneros
La voz de los 80
(1984)
Pateando piedras
(1986)
Sencillos de La voz de los 80
  1. «La voz de los '80»
    Publicado: 13 de diciembre de 1984
  2. «Sexo»
    Publicado: 21 de marzo de 1985
  3. «¿Quién mató a Marilyn?»
    Publicado: 15 de agosto de 1985
  4. «Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos»
    Publicado: 26 de diciembre de 1985

El disco se grabó inicialmente y en su mayor parte en los estudios de Francisco Straub, pero se terminó y mezcló en los estudios de Caco Lyon. Se caracterizó por combinar el sonido simple de guitarra, bajo y batería.​ Las canciones exponen críticas del mundo durante la década de 1980, logrando en la canción «Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos» plasmar el ambiente de imperialismo estadounidense y de la Guerra Fría omnipresente en el subcontinente.

Es considerado el álbum más importante del rock de Chile y también el álbum juvenil más importante de la música chilena, puesto que los integrantes de la banda no superaban los veinte años de edad al momento de empezar su grabación.EMOL incluyó el álbum dentro de su selección de 35 discos fundamentales de la música popular chilena.La voz de los '80 fue elegido como el tercer mejor disco chileno de todos los tiempos, según la revista Rolling Stone Chile, superado por Alturas de Machu Picchu, de Los Jaivas, en el segundo lugar, y Las últimas composiciones, de Violeta Parra, en el primer lugar.

Antecedentes y composición

Jorge González, Claudio Narea y Miguel Tapia se conocieron en marzo de 1979, en el Liceo N.° 6 de hombres en la comuna de San Miguel.​ Este liceo no fue solamente representativo por ser el lugar donde se conocieron, explicó González en una visita que le hicieron a su establecimiento en 1987, también fue trascendental para la creación del primer disco de la banda.​ En 1981, escucharon un especial de Radio Concierto del último álbum de la banda punk The Clash: Sandinista! De acuerdo con Narea, este disco fue clave para el posterior desarrollo de Los Prisioneros, porque les enseñó un rock con un sonido distinto a lo que antes escuchaban y con una versatilidad inédita.​ González citó Sandinista! como su álbum favorito.

En 1982, cuando cursaban el último año de enseñanza media, aprendieron a tocar guitarra, fue en ese tiempo que González empezó a escribir las primeras canciones que formarían parte del álbum debut.

Después de dar la Prueba de Aptitud Académica (PAA), en marzo de 1983 González ingresa a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile a estudiar licenciatura en música. Entre sus compañeros estaban quienes formarían parte más tarde de la escena del nuevo pop chileno: Igor Rodríguez (futuro Aparato Raro), Robert Rodríguez (futuro Banda 69) y Carlos Fonseca, con los dos últimos entabló una amistad rápidamente; Fonseca se hizo primero amigo de González e Igor, porque sus gustos musicales eran similares y diferentes al resto.

Fonseca, nacido en Perú en 1961, llegó a Chile a los cuatro años pero se mudó con su familia a Argentina diez años después, y volvería a Chile en otros diez años. Sobre su primera impresión al volver, recordó: «Me encontré con un país en el que no había nada y la relación de la gente con la música era muy light».​ De acuerdo con el sitio web NaciónRock.com, «la cultura, la bohemia y la juventud habían sido aniquiladas por las políticas de shock implementadas por el fascismo militar».​ Fonseca entró a la Universidad Católica a estudiar ingeniería comercial, al mismo tiempo abrió la disquería Fusión. Al año siguiente, con la aprobación de su padre, Mario Fonseca, deja la carrera para cambiarse a música. En ese tiempo se dedicó por completo a Fusión, y luego de dar la PAA, ingresó a la Facultad de las Artes.

González destacó inmediatamente como un estudiante agudo y brillante. Molestaba a la profesora de lectura musical y sus compañeros lo celebraban a carcajadas; en esas instancias, Fonseca empezó a hablarle.​ Según el biógrafo no autorizado de Los Prisioneros, Freddy Stock, una tarde que esperaban a su profesor de audición, Juan Amenábar, Fonseca se acercó a ver lo que escribía González concentrado en su cuaderno, y leyó los primeros garabateos de «Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos».​ Más tarde, cuando recordó el momento, dijo que lo encontró «originalmente talentoso».

Al terminar las clases, González se quedaba en la universidad para unas lecciones de piano que impartía una profesora de nombre Georgina González, pero en lugar de practicar lo que le solicitaba la maestra, compuso la mitad del repertorio que conformaría el primer disco, entre ellos: «Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos», «Eve-Evelyn», «No necesitamos banderas», «La voz de los '80» y otros temas que no quedaron. Después hacía los arreglos para la guitarra y batería.​ Su compañero de Facultad, César Quezada, señaló que las primeras composiciones de González eran muy simples en do y la menor, «y, justamente, esas son las primeras escalas que se empiezan a ver el primer semestre de una carrera como esta». Quezada también dijo que le asombró ver que entre las notas blancas del piano había un semitono, y bajo esa lógica creó «Eve-Evelyn». «O sea, apenas conocía algo, lo asimilaba y componía. Lo convertía a su música».​ González explicó que cuando hizo canciones como «Eve-Evelyn», tenía cierta preocupación por los semitonos y por un tipo de armonía que pusiera «como medio nervioso».

El 1 de julio, González, Narea y Tapia debutaron bajo el nombre Los Prisioneros, en el Festival de la Canción del Colegio Miguel León Prado, en donde además estrenaron su nuevo repertorio con las canciones que González escribió las últimas semanas, motivado por sus experiencias en la universidad, junto con antiguos temas de sus anteriores agrupaciones: Los Pseudopillos y Los Vinchukas.

Grabación

Demos

Los primeros demos los grabó González solo en su casa con dos radiocaseteras, la base de la batería en una cinta, que luego reproducía al mismo tiempo que tocaba la guitarra. Todo eso quedaba registrado en la otra casetera. Enseguida, repetía el procedimiento con el bajo, y luego con la voz. «Me acercaba o me alejaba del micrófono para regular el volumen de la mezcla».​ Estos se los entregó a Fonseca para un programa que tenía en Radio Beethoven llamado Fusión contemporánea, en donde iban a presentar nuevos artistas chilenos a fin de año. Este quedó asombrado luego de oírlos e imaginaba todo lo que sucedería después «y un poco más».​ Cuando conoció al resto del grupo, le señaló a González y Tapia que Narea tenía que ser cambiado, al ver que era poco prolijo en la guitarra, sin embargo, ellos se negaron a sustituirlo, ya que todos ellos tres formaban Los Prisioneros.

Fonseca logró convencer a su padre Mario, de invertir en la banda porque tenía proyección a futuro.​ En noviembre de 1983, ya convertido en el mánager, los llevó a grabar los primeros demos en un estudio amateur que él mismo armó en el segundo piso de la disquería Fusión con cajas de huevo en la pared. Quezada que era cliente frecuente de Fusión, tuvo la labor de grabarlos. Sobre el proceso, explicó: «Se grababa de un deck stereo a otro, primero en dos pistas, se unían, se pasaban al mezclador y se juntaban a otras dos pistas».​ Según Narea, Fonseca le proporcionó a sus compañeros estimulantes porque creyó que solo así podrían rendir, dado que la grabación se haría de noche; también recordó que ya tenían en el repertorio «La voz de los '80» y «Brigada de negro», pero también existían otros temas luego descartados, como el reggae «Para eso está la publicidad» y «La gran oportunidad», la última sobre la falta de oportunidades a los nuevos artistas.

El resultado de la grabación dejó «un ruido de cintas impresionante», señaló Quezada, «pero que sirvió para grabar una sesión maratónica de todo un fin de semana, muy extenuante, hasta que tuvimos el primer caset».​ La calidad de los instrumentos era mediocre, señaló Narea. «Ni siquiera teníamos amplificadores, por lo que generalmente, Carlos Fonseca debía arrendarlos. [...] Era ilógico que nosotros, que éramos cabeza de cartel en todos lados, no tuviéramos instrumentos decentes». Mario siguió invirtiendo dinero en la banda hasta poder comprar instrumentos propios, lo que se concretó en octubre de 1984. Posteriormente la banda le tuvo que devolver todo lo invertido con lo poco que ganaban en recitales, lo que les tomó un año y medio; es decir, no ganaron dinero hasta 1986.

Unas semanas después, Fonseca —bajo el seudónimo de Alberto Velazco— escribió un artículo sobre la banda en una revista llamada Mundo Diners Club. El 30 de diciembre, «La voz de los '80» y «Brigada de negro» son pasados por Radio Beethoven a todo Santiago, pero con pocos oyentes.​ A comienzos de 1984, grabaron más demos en Fusión, incluidos «No necesitamos banderas», «Sexo» y «Mentalidad televisiva».

Francisco Straub

Después de que Los Prisioneros no quedaran satisfechos con los demos, decidieron ir a un estudio profesional que contaba con instalaciones usadas por bandas de cumbia.​ Entre marzo y octubre de 1984, grabaron su primer álbum en una pequeña sala de una casa-estudioubicada en Santiago Centro, bajo la supervisión de Francisco «Pancho» Straub y Andrés Miquel.​ Straub oía otro tipo de música, del estilo de Chick Corea o Weather Report, distinta a la de Los Prisioneros, pero le impresionaron sus letras.​ En una entrevista para vigesimoquinto aniversario de La voz de los '80, Straub recordó que le sorprendió primero el profesionalismo de la banda, sobre todo el de González, «que llegó con un cuadernito con tres hojas promedio por canción. Lleno de anotaciones y detalles de lo que él quería para los temas».​ En una entrevista posterior, lo destacó aún más: «Lo que me llamó la atención de González, no fue necesariamente la cuestión musical, [...] Fue su cabeza, y no es tan normal entre los músicos, tenía todo el disco, y sabía en qué lugar de la canción iba cada cosa. [...] En el estudio, el que cortaba todo era él. No lo dice en el disco, pero él fue el productor. Los Prisioneros eran Jorge González».

Narea dijo que fue «como grabar en familia», los presentes en el estudio estaban asombrados por sus canciones, pero tenían que usar lo primero que les salía debido a los altos costos, y les era difícil llegar al sonido buscado. «Las técnicas de los ingenieros de esa época todavía adeudaban mucho del rock sinfónico y de ese sonido más sintético, nos costó llegar a una cosa más cruda que era lo que Jorge buscaba», recordó Fonseca.​ El disco se grabó con una pista de ocho canales casi sin efectos,​ González dijo que solo había una reverb; destacó la labor de Straub, en «¿Quién mató a Marilyn?» montó unos parlantes grandes de amplificación para recitales, porque consideró que la guitarra conectada con el amplificador y el micrófono no daba suficiente impacto, entonces Narea tocó en la sala de control.

En mayo grabaron «La voz de los '80». Desconfiados del sonido de la batería de los demos, para señalarle a Straub cómo querían que sonara, le mostraron los discos de The Cars y de otros grupos, entonces a él se le ocurrió emplear un teclado Korg.​ González le pedía expresamente que lo ayudara con los coros a Tapia, ignorando para esa labor a Narea, pero, a diferencia del resto de las canciones, y a pesar de que el guitarrista ha reconocido que no canta bien, tuvo la confianza y participó sin ser llamado.​ Fue el primer tema que escucharon terminado.​ La grabaron como una canción suelta poniéndolo en un casete que, de alguna forma la gente la pirateó y la convirtió en un éxito en fiestas, aunque aún no era un sencillo.

La banda Poozitunga se encontraba también grabando en el estudio, turnándose durante la noche, mientras que Los Prisioneros lo hacían en el día.​ El disco estaba casi listo, pero González consideró que algunos temas no sonaban bien; Fonseca pensó que probablemente la grabadora de Straub estaba mal calibrada, con una velocidad distinta, lo que dejó mal las mezclas.

Alejandro Lyon

Fonseca decidió llevarlos al Estudio A porque era recomendado por su buena calidad de grabación.​ En el lugar conocieron al ingeniero y propietario Alejandro «Caco» Lyon,​ que estaba equipado con una grabadora de dieciséis pistas y buenos micrófonos.​ Lyon, como no conocía a Los Prisioneros, le preguntó a Straub sobre la banda, llamando su atención cuando le comentó sobre sus letras.​ En el primer día, no se entendió con González y no lograron resultados convincentes de cómo querían sonar. Cuando terminó el día, Fonseca recordó que «Caco dijo: "Cortémosla acá y mañana empezamos de nuevo" y como que no existió, no lo voy a cobrar. En esa época, donde las monedas faltaban y era un gran esfuerzo para nosotros ir a grabar, fue como un: "Puta, Caco, buena onda"».​ La grabación tomó cerca de cuarenta horas intermintente, teniendo que hacerlo relativamente rápido debido al bajo presupuesto.

Lyon mezcló lo que ya tenían y grabaron «Sexo», «Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos», «No necesitamos banderas» y «Nunca quedas mal con nadie». Es decir, todas las canciones de reggae y ska, y las demás donde Straub.​ «Nunca quedas mal con nadie» fue tema final que grabaron, y solo en una sola toma mientras mezclaban el resto, recordó González en 1991,​ aunque en 2002 dijo que tuvieron que repetir varias tomas porque le costaba una parte a Narea. La grabación del tema coincidió justo con el día que González cumplió veinte años. Lo acompañaba su futura esposa, Jacqueline Fressard, sentada en el amplificador del bajo.​ Lyon recordó que les tomó un día, alrededor de entre tres o cuatro horas, y destacó que «si se escucha hoy, no suena bien, pero la canción ["Nunca quedas mal con nadie"] es lo que trasciende».

Posteriormente, para la edición de EMI de 1985, volvieron al estudio para regrabar «Mentalidad televisiva», debido a que González no le gustaba el sonido de la versión que grabaron con Straub.​ Esta sería la más conocida, porque la original solo la escucharon las mil personas que compraron la edición de Fusión.

Canciones

Descripción general

De acuerdo con NuevaSantiago.com, en La voz de los '80 «el sonido rasposo y afilado de las guitarras, las figuras presentes y destacadas del bajo, la voz desafiante y enérgica, la batería simple, pero marchante y sobre todo las letras contingentes y furiosas, son un resumen del periodo 77-80 de The Clash. Posteriormente, en La cultura de la basura y el video de "We are sudamerican rockers", recuperan la estética guerrillera de The Clash,​ estética que también adopta el punk local».​ Según el exvideojockey de MTV Alfredo Lewin, en La voz de los '80 se respira punk rock en cada tema. «La canción que le da el nombre al disco es nuestro equivalente a "Smells Like Teen Spirit" de Nirvana. El resto de los temas son la dinámica urgente del desasosiego personal y social. Algo estaba cambiando en 1984 y Jorge González llegó para expresarlo con una lucidez digna de Bob Dylan o Joe Strummer. Por su pulso rítmico, afortunadamente la voz se oyó fuerte y clara, un fenómeno de masas».​ González negó que la banda se haya considerado parte del movimiento punk o del hippie:

La intención del primer disco nunca fue hacer un disco punk. La intención era hacer un disco bueno, entonces, si de repente en algún coro yo tenía que poner algo como Adam and the Ants o cantar un poco como Miguel Bosé, se ponía no más y de una manera más bien natural, no pensándolo tan importante. Nosotros no estábamos defendiendo ni cagando la bandera punk, como no estábamos defendiendo la bandera de Woodstock ni nada de eso, era ridículo una cosa con la otra. Y en el ’84, cuando salió el álbum, ya habían pasado ¿cuánto?, ¿siete años del punk?

González confesó que querían sonar distinto al resultado final. Él quería trabajar con sintetizadores, pero debido al alto costo les resultó asequible realizar un trío de guitarra, bajo y batería, y la gente los conoció así, «como un trío roquero, bien punk».​ No obstante, para este álbum sí llegó a utilizar teclado como acompañamiento y batería programada en el estudio de Straub, algo que sería más predominante en Pateando piedras.

Lado A

«La voz de los '80»

El músico y periodista Gonzalo Planet describe a «La voz de los '80» musicalmente «poderosa, con esa progresión de acordes atractiva en el coro», y que «tiene esta cosa muy consciente como de un punto de partida».​ De acuerdo con el biógrafo de González, Manuel Maira, compuso «La voz de los '80» en el piano de la universidad como una balada, tomando como referencias «Kids in America» (1981) de Kim Wilde y «Guilty» (1981) de Classix Nouveaux, poco a poco le fue acelerando el pulso hasta convertirlo en un «hit de discoteque»;​ González señaló que la hizo para bailarla en las discotecas «porque era una canción tiradora para arriba, eufórica, que levantaba de moral», pero que para él era una canción más del montón, no obstante, Fonseca, que sabía elegir los sencillos, vio su gran potencial.​ Grabó el primer demo con dos radiocaseteras, le dijo a Tapia que «la batería tenía que ahorrar bombos y redobles para agilizar su partida». Después creó el solo y la letra. Maira también cuenta que mientras escribía los versos, González fantaseaba a montones de bandas americanas como ellos, haciendo canciones similares. «Imaginaba jóvenes tomándose el mundo a través de la música».​ Narea después le cambiaría el rasgueo, que según él era plano, y a González le pareció bien.

Si bien no está claro en qué consiste específicamente, toma posición frente a las trampas del sistema y hace un llamado a ser auténticos y a atreverse.​ Critica justamente a las tribus antes nombradas, diciendo que la atmósfera está «saturada de aburrimiento»: «Los hippies y los punks tuvieron la ocasión de romper el estancamiento/ en las garras de la comercialización murió toda la buena intención»,​ señalando que tuvieron la oportunidad de cambiar el mundo,​ y que en lugar de eso, sucumbieron al capitalismo.​ Según Álex Zapata en la revista digital Pensamiento crítico, esos versos fueron una especie de «profecía autocumplida», ya que Los Prisioneros cayeron en lo mismo que criticaban.​ El tema continúa diciendo que «las juventudes cacarearon bastante», donde González sigue con la critica a la juventud de los sesenta, que adhería con el movimiento hippie.​ Asimismo, dice «deja la inercia de los setenta» —reprendiendo la década pasada— y que «ya viene la fuerza, la voz de los ochenta»,​ adviertiendo sin saber cuándo.

«Brigada de negro»

De acuerdo con González, la primera canción «rara» que salió de Los Prisioneros fue «Brigada de negro», además de ser la que más le gustó a Straub. Hizo el demo solo, mientras pensaba en Miguel Bosé para que la voz le saliera baja. Compuso la música en un piano, pensando en el tema «Johnny Can’t Read» de Don Henley. Sobre la letra dijo que se explica a sí misma. «Cuando escribo una letra yo me inspiro no más. No pienso a qué voy o no a apuntar o que reacción voy a conseguir. “Brigada de negro” no tenía idea para dónde iba».​ Según Narea, cuenta de aquellas noches en que ambos iban a las fiestas escolares de San Miguel en busca de chicas, pero estas siempre los rechazaban.

«Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos»

«Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos» es una crítica sobre la relación entre los Estados Unidos con América Latina.​ González dijo que estaba llena de clichés, y que en realidad no tenía el menor conocimiento de lo que decía, aunque afirmó que «hay que reconocer que los clichés se forman por algo»; para hacer el tema se inspiró en la canción «Buena suerte» del grupo venezolano Las Cuatro Monedas, esto más las influencias de UB40 y Florcita Motuda, de este último se basó en hacer el tema largo con muchas palabras al igual que él.

«Eve-Evelyn»

«Eve-Evelyn» es sobre una chica que se llamaba así, que vivía a dos cuadras de la casa de Tapia y que a todos les gustaba. González afirmó que no logró tener nada con ella. Se inspiró en la canción «Maniac» de Michael Sembello de la banda sonora de Flashdance.​ Rodrigo Carvajal de la revista Rockaxis describe que «nos trae un dance guitarreado —con solo de bajo incluido hacia el final de la canción— repleto de desamor».​ Según Maira, a pesar de ser uno de los temas más desconocidos del álbum, para González era uno de los más importantes.

«Sexo»

«Sexo» es una crítica a la hipocresía de la sociedad al abordar el tema del sexo y a los medios escritos de prensa que invierten en publicidad cargada de erotismo.​ González hizo la canción por su admiración por el ska; afirmaba que sonaba «como tarro», por lo que les resultaba fácil tocarla; sobre todo la batería de la banda, que le compró la hermana de Tapia a una orquesta de cumbias, sonaba como tarro.​ El verso «Gamulán que se duerme se lo lleva la corriente, tangente de cuarenta y cinco» la rescató González de una canción que compuso tiempo atrás con Narea en Los Pseudopillos, titulada «El gamulán». «Según nosotros el gamulán era una ave muy grande que al morir se la cae la piel, la que finalmente cae en poder de los seres humanos y estos lo utilizaban para abrigarse en invierno», explicó Narea. «Era un tema similar en estructura de los años cincuenta y a él [González] le pareció lógico mezclarlos. “Sexo” era tan parecido al tema de Los Pseudopillos [...]. Me sorprendí mucho al ver la portada del caset La voz de los '80, editada por Fusión, en donde aparecía como coautor de “Sexo”. Me dijeron que el tema “El gamulán” estaba escrito por nosotros dos. Me sentí incómodo y se lo dije a Jorge. En la edición posterior que realizó EMI, en agosto de 1985, ya no aparecí».

Lado B

«¿Quién mató a Marilyn?»

«¿Quién mató a Marilyn?» es la canción más antigua del disco.​ Tapia escribió la letra en el tiempo de liceo, y se la mostró a González, quien hizo la música en piano.​ Es el único tema que no canta González, sino Tapia, y en el que comparte autoría.​ Es una crítica al resurgimiento de las teorías conspirativas con relación a la muerte de Marilyn Monroe, difundida por los medios en los ochenta, incluyendo Chile. «Empezaron a decir que el médico la mató, o un agente de la CIA», contó González en una entrevista concedida a la revista Super Rock en 1987. «Y por eso lo del "Ratón Mickey" o el "Sacsahuamán"», explicó.​ Tapia lo definió como una «sátira», porque la televisión de la época evadía temas más relevantes para el país, como las violaciones de los derechos humanos.​ La música está inspirada en The Cars «en el sonido de la caja de la batería bien fuerte, pero el bombo no tanto», según González.

«Paramar»

«Paramar», igualmente inspirada en The Cars y en la canción «Jessie’s Girl» de Rick Springfield,​ según Narea en su autobiografía, González se la dedicó a su hermana Cecilia Narea, con quien mantenía una relación al mismo tiempo que mantenía otra con Jacqueline Fresard.

«No necesitamos banderas»

«No necesitamos banderas» consiste en una proclama anarquista que plantea destruir todo para que de eso salga algo distinto.​ Para el poeta y músico Mauricio Redolés es una canción «anarco-derechista, que plantea la disolución total, una mirada muy nihilista y reaccionaria, que en vez de decirle a la gente: iOrganícense! Proponía lo contrario: iAtomícense!».​ Originalmente tenía un verso extra, con otra melodía y un cambio de ritmo. Tiene influencias de UB40; González reveló que por varios años no le gustó, y solo cambió de parecer cuando escuchó la versión que hizo Bambú,​ banda chilena que dijo que es «el primer reggae grabado en Chile».​ Su exlíder, Quique Neira, destacó el riff equiparándolo con el de «Smoke on the Water». «Es un antecedente para el reggae chileno».​ Por otro lado, Hector Muñoz de Radio Futuro llamó a la canción «poderosa» porque no necesita de «un riff pesado para clavar el despojo de ideologías, filiaciones, sermones y fronteras».

«Mentalidad televisiva»

Para «Mentalidad televisiva», González se inspiró en la canción del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar «Viña es un festival/ música junto al mar».​ González dijo que él creó los riff y solos de guitarra de La voz de los '80,​ algo que Narea más tarde corroboró, aunque afirmó que inventó el solo de «Mentalidad televisiva».

«Nunca quedas mal con nadie»

«Nunca quedas mal con nadie» es una crítica a los artistas del Canto Nuevo,​ aunque más tarde González dijo que perfectamente le podía quedar a U2, Pink Floyd, Sting o The Rolling Stones, que se hacían «los rudos pero que al final solo hacían dinero». Inspirada en «Pretty Boys» de Joe Jackson; González reconoció que quería que fuera un éxito. Fue pensada para ocupar el lugar que ocupa, al final del disco, para invitar a escucharlo de nuevo.​ El «imbécil barbón», mencionado en «Nunca quedas mal con nadie», marcó una diferencia entre la música del Canto Nuevo y el naciente punk chileno; el primero, profundo y autoconsciente —en palabras de la periodista Marisol García—, y el segundo orientado «a hablarle a la gente como uno, y no encerrarse en una peña pensando que los que están adentro tienen razón», de acuerdo a González.

Material inédito

Dos temas estaban incluidos en el disco en un principio, pero quedaron fuera del álbum por no estar a la altura del resto de las canciones.​ «Mi profesor se está volviendo loco», descrito por Mauricio Jürgensen en La Tercera como «un rock acelerado, con pulso tipo "La voz de los ‘80"», que finalmente apareció en el álbum recopilatorio Ni por la razón, ni por la fuerza, y «Descubre tus poderes», descrito por Jürgensen como un reggae desencantado escrito, compuesto y cantado por Tapia, este se puede encontrar en YouTube.​ Aquí era cuando Fonseca intervenía en el grupo, decidiendo qué canciones quedaban y cuáles no.

Narea y Tapia también hacían sus temas, pero a la hora de seleccionar las canciones que quedarían en el álbum, el propio González señaló las suyas eran las mejores, y además era el que más componía, siendo la excepción «¿Quién mató a Marilyn?», escrita por Tapia.

Portada y título

Se hicieron dos portadas diferentes para el sello Fusión y la reedición de EMI, siendo la última la más conocida. Ambas fotografías las tomó Cristián Galaz, la primera tuvo lugar en febrero de 1984, en una abandonada fábrica de la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU), por idea de Fonseca. «Me gusta ese entorno medio destruido que rodea al grupo en esa foto», dijo Galaz. «Yo era más viejo que ellos, tenía unos cinco o seis años más, y me parecía que el mejor concepto era esa cosa medio punk y nada glamorosa ni colorida, considerando que esa era la estética que se imponía en esa época de los ochenta. Esto es crudo y en blanco y negro. Muy “Prisioneros”».​ En 2022 recuperaron la portada original para un tiraje limitado de 2000 copias en casete. Fonseca descartó que la vuelvan a incluir para otra reedición.

La fotografía para la segunda portada se tomó en octubre del mismo año, en el sector de La Vega Central y Patronato.​ En 2009, la portada estuvo en una exposición en la Casa de América en Madrid (España), titulada ¡Mira qué lindas!, que mostraba a quinientas portadas de álbumes latinoamericanos; según el organizador de la muestra, Rubén Scaramuzzino, la eligió por la «pose punk y transgresora». Narea aclaró en Las Últimas Noticias: «Salimos con los chalecos en forma de V y las zapatillas North Star porque era la ropa que teníamos, no había otra intención». Asimismo, dijo: «De algún modo se vio como rebelde porque no usábamos la ropa de moda, le hacíamos la cruz a los pantalones amasados».

Las dos portadas las incluyeron en la edición en formato disco ilustrado ocupando ambas caras.

Con respecto al título, Los Prisioneros querían a seguir la línea de las bandas que ellos admiraban de poner el nombre del grupo al debut, sin embargo, Fonseca planteó que se llamara La voz de los '80,​ algo que no recibieron bien al comienzo, pero que más tarde comprendieron que fue la decisión la correcta.

Lanzamiento y recepción

El álbum salió a la venta el 13 de diciembre de 1984, primero sacaron quinientas copias repartidas entre Fusión y otras disquerías como Feria del Disco.​ González trabajó como vendedor en Fusión, por lo que es probable que atendiera a los que compraron el disco.​ En marzo de 1985 se hicieron quinientas copias más; por aquel entonces Fonseca buscaba un sello discográfico para la banda.​ Recordó que en su primera edición el disco no tuvo buena acogida. «Fue difícil que la gente lo captara de buenas a primeras, en Fusión estábamos rodeados de gente que sabía de música, yo recomendaba muchos artistas, la mayoría se sorprendía pero no le tomaban el peso como yo lo hacía. Partiendo por los medios de difusión, la radio no estaba interesada en Los Prisioneros en un principio».​ Apenas seis meses después de salir en venta, se agotaron todos los casetes.

De la prensa escrita, solo el diario La Tercera le hizo una relativa crónica a La voz de los '80, titulada: «Viene la fuerza, la voz de los '80: New Wave al ataque», pero sin referirse propiamente al álbum, sino al concierto que Los Prisioneros dieron en el Teatro Cariola, en noviembre de 1984, enfocado principalmente en el grupo telonero: La Planta Baja, y a los disturbios en el público «volado».​ Apenas los temas sonaron en Radio Galaxia, y el trío salió en la televisión en Canal 11, Sábado gigante y la Teletón de 1985; en este último, la banda sufrió su primera censura, mientras interpretaban el primer sencillo del álbum, «La voz de los '80», Canal 7 —controlado por la Junta Militar— abandonó la señal. Según Narea, habían considerado que podían ser algo peligrosos para la estabilidad del gobierno de Augusto Pinochet.​ Al respecto, Fonseca aseguró que ningún tema del primer disco atacaba la dictadura militar ni hacía tributo a Salvador Allende.

Ante la escasa difusión radial, en televisión y en la prensa escrita, a «La voz de los '80» y a los artistas del nuevo pop chileno, Fonseca escribió en la revista Mundo Diners Club: «Hay una serie de temas mediocres que obtienen la oportunidad de salir al aire únicamente porque vienen del extranjero y suenan bien, con la errada concepción de que por esos méritos van a tener más éxito que un tema como, por ejemplo, “La voz de los '80”, al que escamotean espacio».​ En noviembre de 1985, mientras Los Prisioneros interpretaban la canción «Ellos dicen no» en vivo en el Teatro Cariola, referente a la falta de difusión, antes de finalizar el tema, González cantó: «¿Qué tiene de malo “La voz de los '80”? ¿o lo tenemos que grabar en inglés?».​ Más tarde, le cambió la letra por una de amor para entrar a los medios, así se convirtió así «Por favor».

Los Prisioneros grabaron una versión extendida de doce pulgadas de «La voz de los '80», que sería presentada en Radio Concierto, pero que nunca salió al aire.​ El director artístico Fernando Casas del Valle explicó que no le gustaba simplemente, y que en general no les parecía.​ Enfadados, la banda se burló de la emisora en la canción «Independencia cultural», que comienza diciendo: «Y ahora en Radio Concert y sólo por ser hoy 18 de septiembre, presentamos al grupo local Los Prisioneros y su nuevo single “Independencia cultural”», para terminar con la idea: «Nos estaremos viendo el próximo 18».​ Irónicamente, entre 2008 y 2014 Radio Concierto utilizó como eslogan La voz de los '80.

En 1982, en Argentina había entrado en conflicto con Inglaterra por las Islas Malvinas, por lo que, bajo el mandato del dictador Leopoldo Galtieri, decretaron una ley de prohibición de música en inglés en el país, desarrollándose así el rock en español. González explicó la relación que tuvo con el rock de Chile:

Sí fue importante el movimiento argentino para que tomaran en cuenta el rock en español. Por ejemplo, nosotros sacamos nuestro primer caset y no nos pasaban en las radios, pero de repente llegó Charly García, Soda Stereo o Virus y entonces ahí, los programadores y alguna gente dijo: «Ah, bueno si lo hacen en Argentina, entonces, no debe ser tan picante» y ahí, entremedio, nos empezaron a pasar a nosotros.

Solo «Sexo» logró entrar a las listas de éxitos musicales de Chile, sin llegar a los primeros puestos, de acuerdo a la revista Vea.​ González destacó: «Esta canción logró estar como máximo 45 en un ranking, pero fue muy tocada en las casas, en las peñas universitarias, en fiestas anónimas, y eso fue finalmente lo que hizo tan grande a este disco».​ En cambio, en la televisión no les permitían tocarla, solo ciertos temas como «La voz de los '80» o «Paramar», lo que molestaba a González, porque estaban promocionando su segundo sencillo.​ En Martes 13, cuando se le prohibió cantar el tema, ya que el solo título escandalizaba a las autoridades del canal católico, abandonaron el estudio de televisión y como consecuencia, quedaron enemistados con la estación.

Reediciones

En agosto de 1985, Los Prisioneros firmaron contrato con el sello EMI para reeditar el álbum y promoverlo a escala local y latinoamericana. Para ese entonces, ya estaba agotado. Entre fines de 1985 y el verano de 1986, las ventas del casete crecieron gracias al respaldo de EMI; vendieron alrededor de 100 000 copias en Chile.

En 1988, Los Prisioneros publicaron para Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela un álbum recopilatorio de los sus primeros álbumes, titulado Los Prisioneros, de los doce temas, seis eran de La voz de los '80, las cuales fueron «¿Quién mató a Marilyn?», «Brigada de negro», «Nunca quedas mal con nadie», «Sexo», «Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos» y «Paramar». Para esta edición se regrabaron todas las canciones del primer álbum, excepto «Nunca quedas mal con nadie».​ Esta versión de «Sexo» fue utilizada para la realización del videoclip, bajo la dirección de Cristián Galaz, y que en 1998, fue premiado con el Coral Negro en el Festival de Cine de La Habana (Cuba).

En 1995, el sello EMI reeditó los cuatro álbumes de Los Prisioneros en una versión digitalmente remasterizada.

 
Jorge González interpretando en directo todo el disco La voz de los '80 en el Teatro Caupolicán. 11 de enero de 2011.

A fines de 2010 e inicios de 2011, González inició una gira en varias partes de Chile, interpretando La voz de los '80 íntegramente en vivo y en directo, con el respaldo de Gonzalo Yáñez (en la guitarra eléctrica), Jorge Delaselva (en el bajo), Felipe Carbone (en los teclados) y Pedropiedra (en la batería),​ presentándose en el Festival El Abrazo 2010.

El 31 de agosto de 2011, EMI relanzó nuevamente los cuatro discos, con motivo del 25° aniversario de Pateando piedras. Todos entraron a los diez más vendidos en Feria Mix.​ El 19 de diciembre, correspondió la publicación en vinilo.​ En 2012, La voz de los '80 quedó descontinuado tras el fin de su contrato con el sello,​ y quedó en el aire dentro del catálogo de Los Prisioneros, junto con Estadio Nacional (Warner Music, 2002).​ Hasta ese entonces, según propietarios de EMI, La voz de los '80 vendió más de 149 000 ejemplares en todos sus formatos.

El 1 de noviembre de 2014, el sello Chilevisión Música reeditó La voz de los '80 para conmemorar sus 30 años de su lanzamiento.​ También se dispuso en descargas digitales por Portaldisc y en ITunes, e hizo debut en las redes streaming Spotify, Deezer y Google Play. Unos días después, salió en formato casete.​ El 15 de mayo de 2015, se lanzó la edición definitiva de vinilo, la calidad del audio provino del vinilo de 1987 editado en Argentina, misma usada en la reedición de 2011. Para ese entonces, todas las copias ya se habían agotado antes de estar en venta, por lo que se tuvieron que hacer más para cubrir la demanda.

En 2021, La voz de los '80 y Estadio Nacional reaparecieron en una reedición de CD y vinilo. La voz de los '80 vino con una remasterización hecha el año anterior.

Legado

Según los periodistas Óscar Contardo y Macarena García, la publicación de La voz de los '80 marcó el «inicio de la historia del pop chileno».EMOL dijo «No era habitual escuchar sonidos como los de esas canciones en un medio atrasado de noticias si se trataba de rock. Palabras y ritmos como reggae, ska, punk, rockabilly, new wave o techno pop sonaban de por sí atractivos y novedosos».​ Para Rodrigo Carvajal de Rockaxis este disco alzó el nombre de Los Prisioneros —sobre todo el de González— como uno de los principales referentes del rock de Chile. «Y esto sí que es meritorio pues en el rock nacional no son muchos los álbumes que pueden darse el lujo de ser reconocidos transversalmente por todo el mundo… pero lo que provocaron Los Prisioneros con esta placa difícilmente pueda volver a repetirse, por la época, el contexto, el mensaje y la forma de encarar musicalmente las composiciones incluidas en este disco» afirmó.

En abril de 2008, la revista Rolling Stone Chile posicionó a La voz de los '80 en el puesto n.º 3 dentro de los 50 mejores álbumes de Chile; de acuerdo a la votación de cincuenta músicos chilenos, fue solo superado por Alturas de Machu Picchu de Los Jaivas en el segundo lugar y Las últimas composiciones de Violeta Parra en el primer lugar.​ En la reseña, Freddy Stock señaló en la revista Rolling Stone Chile que La voz de los '80 es el disco más importante del rock local porque fue el primer álbum en la historia musical de Chile que mezcló la ruptura social con la fuerza del rock.​ EMOL lo catalogó como parte del patrimonio cultural chileno cuando hizo su selección de los 35 discos fundamentales de la música popular chilena, afirmando que no fue «sólo por su conformación musical, sino también por los efectos que tuvo en el pensamiento juvenil de la época».​ El diario colombiano El Tiempo destacó a La voz de los '80 dentro de los cuatro primeros discos de Los Prisioneros, asegurando que los hizo ganar un espacio en el escenario del rock latinoamericano.

En el segundo episodio de la tercera temporada de la serie de televisión Los 80 de Canal 13, titulado precisamente «La voz de los '80», hicieron un especial dedicado a Los Prisioneros, situado un mes después del terremoto de Algarrobo, en abril de 1985.​ El episodio tuvo una gran acogida en la audiencia; entre lo destacado estuvo la música del grupo.

A principios de 2010, poco después del 25° aniversario, la banda chilena Los Miserables lanzó un álbum homenaje a La voz de los '80, terminado de grabar tres días antes del terremoto. Según su líder, Claudio García, «La voz de los '80 es el mejor y más importante disco del rock chileno», y que el simbolismo que mejor lo resume es «nostalgia y contigencia». González, además de aprobar el tributo, participó en la elaboración del arte de la portada.​ Los temas son respetados casi en su totalidad, solo los aceleraron, y en «Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos» las citas a Ronald Reagan y Carolina de Mónaco las actualizaron con los nombres de Barack Obama y Paris Hilton, respectivamente.

Quique Neira afirmó que le gusta el disco entero, siendo «No necesitamos banderas» el tema que más impacto le produjo porque le abrió la puerta a los sonidos del ska, el punk y el reggae que lo acompañaron «con fuerza» en los ochenta.​ Otros artistas chilenos afirman que La voz de los '80 marcó un hito musical y social en Chile; algunos de ellos comentaron su impresión cuando escucharon el álbum por primera vez. Don Rorro de Sinergia dijo:

«Era raro porque no se escuchaba rock en español en esos años, y porque las canciones decían cosas que nadie se atrevía a decir, en "Sexo" o "Nunca quedas mal con nadie". Sentíamos que estábamos haciendo algo prohibido.»

Camilo Castaldi «Tea-Time» de Los Tetas dijo:

«Tengo el recuerdo de una época bien deprimente en Chile a principios de los años '80, con los militares, la prohibición que había, esos programas de televisión con puros animadores patéticos, con miedo a decir las cosas, ocultando una realidad que era terrible. Entre todo eso ese disco sí decía la verdad, era la magia de la música que podía ser más fuerte, porque siempre queda la duda de si lo que estás diciendo es verdad o poesía. Fue una prueba de que se podía cantar sobre la realidad.»

Gonzalo Planet dijo: «Es un disco súper redondo. Parece un grandes éxitos». Pedropiedra —uno de los músicos que acompañó a González en la gira donde recreó íntegramente La voz de los '80 en vivo— dijo que «Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos» fue posiblemente el primer reggae que escuchó en su niñez.

Listado de canciones

Todas las canciones escritas y compuestas por Jorge González, excepto donde se indica.

Lado A
N.ºTítuloVocalista principalDuración
1.«La voz de los '80»González4:08
2.«Brigada de negro»González3:46
3.«Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos»González4:02
4.«Eve-Evelyn»González4:24
5.«Sexo»González4:48
Lado B
N.ºTítuloVocalista principalDuración
6.«¿Quién mató a Marilyn?» (González, Tapia) Tapia3:08
7.«Paramar»González3:45
8.«No necesitamos banderas»González5:09
9.«Mentalidad televisiva»González4:16
10.«Nunca quedas mal con nadie»González4:11

Personal

Listas

Lista País Año Puesto
Los 250 álbumes más importantes del Rock Iberoamericano Estados Unidos 2006 131
Los 50 mejores discos chilenos de la historia Chile 2008 3

Notas

Referencias

Bibliografía

Enlaces externos